Como adolescente de hoy, posiblemente tengas dos vidas: la verdadera de carne y hueso, y la virtual del messenger (msn). Seguramente te tiras tanto tiempo chateando, como comiendo o yendo de compras con tus amigas.
El msn te permite hablar en tiempo real y de forma gratuita con cualquier persona que esté conectada a internet al mismo tiempo que tú. Es muy sencillo acceder: te creas una cuenta de correo electrónico y descargas gratuitamente la aplicación; si lo deseas, puedes añadir a tu agenda las direcciones de correo electrónico de tus amigas y ya tienes a tu alcance horas de conversación con desconodidos y tardes de conferencias con tus amigos.
Si estás enganchada al msn trata de dedicar al chat un tiempo que se ajuste a tu horario, no pienses que la tarde y la noche sólo están para chatear.
Aunque te encante chatear intenta pasar la mayor parte de tu jornada en el mundo real.
No debes confiar en ningún internauta con los que chateas, pues considera que las conversaciones virtuales no son necesariamente muy reales. El chat es el reino de las apariencias.
El racismo es el sentimiento de superioridad y de hostilidad que siente un grupo de personas respecto de otro. Es una plaga espantosa, nacida del miedo, engendra injusticia, odio y a veces violencia.
Combatirlo es una tarea necesaria pero dificil. Para llevarla a cabo hay que armarse de razón y lucidez, más que de corazón o generosidad. Es preciso realizar un profundo análisis del ser humano y afrontar sus debilidades.
Hay que aprender a vivir con diferentes culturas en la mente y debemos aceptar otras culturas que no sean la nuestra con sus correspondientes costumbres.
Ir a algunas clases es un suplicio. En cambio, en otras te cambiarías por la primera de clase, incluso en la asignatura que menos te gusta.
En una clase con cierto profesor no te enteras de nada, mientras que en la de otro profesor te vas con la lección aprendida.
Para que todo funcione mejor, intenta diseccionar la relación profesor/alumno. Es un tanto complicado, pero merece la pena.
Antes, los profesores eran profesores y punto, siempre tenían la razón y los alumnos no podían hacer otra cosa que no fuera escucharlos. Los aodlescentes de entonces también tenían sus preferencias, por supuesto, pero como a nadie le importaba su opinión, se la guardaban o solo la compartían entre ellos. Ahora la relación profesor/alumno suele ser más personales y afectivas, siempre y cuando haya tolerancia y respeto y también hay empatía cosa que antes no había.
Tienes que aprender a juzgar bien a la personas, para tener el mejor trato posible con ella, ya que le debes respeto y obediencia como alumno, d ela misma manera que él o ella, como docente, te debe respeto y atención.